Rapsodia

RAPSODIA

Manantial, venero, fuente estro

voz, única, pausada, ardiente de vate,

declamando poemas de amor

trovador, aedo, bardo, en mis oídos

tu fama era soneto en otro soneto

viajero que no termina de viajar

universal tu flama, lumbre cayendo,

desdoblándose cautivador como antes

degustando, catando, el aroma salino

desde las tinieblas mago en amor volviste

a saciarte nuevamente de más amor

y en mi silencio; celoso, divino te oía

amante mío, mi nombre en tu voz

enamorado de tu musa volvías

y en mi dedicado poema

decías era mujer para seguirla infinita

sos mi poema sabes, mi entorno, mi destello

sobre mi poema atendía, reparabas en este amor

melodioso volviste acorde del otrora

casilla de la realidad etérea

canto, pájaro dulce, trino de Septiembre

mi seña, dirección para entrar a otro mundo

donde sigues cantando, en mi canto

en el gorjeo entonado de mi amor,

mi dulce poeta reponedor de caricias

y en tus versos regalos, legado, patrimonio

que no podemos dejar de amar

te llevo conmigo dentro de nuestro mar

encontrados en el cantar de las olas,

en la ternura de ese mar que amaste tanto

nuestro mar, poesía amada, somos trovadores

poética eterna, infinita, interminable,

imposible que no vuelvas, estas conmigo;

has regresado y estas aquí conjurado en mi rapsodia

Patricia Araya

POEMA SUFI
Contemplándome paisaje he nacido
con la fuerza de un león a campo travieso,
en los pasos de un niño caminando su destino;
marcando las horas de un reloj sin tiempo
en el trazado de una caracola de mar,
caminando sobre nieve en soledad con el amor
caminando sobre volcán en llamas de su mano
en el arco un árbol doblado por el viento
en el vértigo de la cascada que cae desde la montaña
aleteo suave en las manos de un niño; mariposa
en un castillo construido al amor vagando espíritu
en vuelo, subo, bajo en el aleteo de un ave,
suave color de una rosa amarilla me divierto niña
deslizándome fantástica en el ribete de una ola
en el salto de una semilla que cae a la tierra
soy la raíz del loto en la laguna
voy en la bruma que atraviesa la torre del pasado
tras la burca de una mujer soy el silencio
perla en el collar separando las hojas de un libro
en la letra sánscrita que se escribió mi poema
viajando en el rayo de luz que me atraviesa
reminiscencia del ayer en el útero de mi madre
el primer paso en mi senda por recorrer.
la espera en mi último suspiro
soy cieno y sobre el va construido mi paisaje

Patricia Araya

LA SOMBRA DE MI VALLE

LA SOMBRA DE MI VALLE

La sombra de mi valle, solo va mostrándome en los diferentes estados que la luz me desnuda…


Afluente indómito transita por mis entrañas
humedad a mí valle marchito riégame
entra profundo, intenso, deslízate, súrcame
entra suave, cautivante, eyaculando tus aguas.

Despierta la sazón, el goce contenido
contémplame desde lo alto de la cima
Abajo, lejanas, empequeñecidas, rituales
esperándote las capas de mi alma al desnudo.

Mi éter será transporte a la serranía cautivante
unión y deseo sumergidos en un sin palabras
dioses y lengua en bocas nuestras
en mis aposentos soy cieno aferrado al torrente


Mil años viéndote pasar sin verme
mi estancia cúbrela con tu caricia centinela
Usa la tibieza, mi universo escondido
yo retendré tu aliento sobre mi piel embelesada

Oxigénate desde mis profundidades
Dejarme ir no existe en tu mirada;
campo sediento de tu riego me he vuelto
indiscreta, atrayente, seductora, ceñidas, concavidades

Ven labrador de sueños, mármol canteador
Libérame hechizado de la roca añosa
ávido de mis recovecos, contornos, profundidades
Palpando la montaña vibrante rocosa, labrador ven

Vuelco mi talego grano a grano en tu morada
dejo también mi piel hambrienta, sensitiva, quemándome al sol
con tus ojos fervientes contemplándome
quiero ser tu refractario y verterme en tu crisol

Medítame absoluto y rocíame con ternura
en mi quietud quiero darte un gemido que apacigüe tu alma
destello el placer cuando me cobijas en tus alas
Desprendidos del goce terrenal me vuelvo altura.

Descubre me esquizofrénica de belleza inédita
tu aliento recibiendo mi amor fundido
yo prometo darte la firma a la locura; solo cuídame.
Hombre mío, plétora mis entrañas esperan sin olvido.

Patricia Araya